El Hotel Europa está situado en la cima de la colina de Druba, en la Antigua Olimpia
A sus pies se encuentra la Sagrada Alti, con los brillantes monumentos y el Estadio de los Antiguos Juegos Olímpicos. Más allá se extiende un valle mágico entre los dos ríos, Alfios y Kladeos.
La zona de Olimpia no se consideró casualmente como lugar sagrado. Una visita es suficiente para percibir la energía del sitio, la armonía del paisaje y el respeto que se desarrollaron por la obra del hombre.
Aquí se encontraba el templo más glorioso de la Grecia Clásica, que fue erigido en nombra del padre de los dioses, Dias (Zeus). Olimpia se estableció, a nivel nacional griego, como el más importante centro religioso y deportivo. En esta localidad nacieron los juegos de competición más importantes de toda Grecia Clásica, los Juegos Olímpicos, un acontecimiento de deportividad y de altos ideales.
Se celebraban cada cuatro años en honor de Días (Zeus) y fueron una institución de alcance y brillo nacional.
Tras su renacimiento, en 1896, se convirtieron en el acontecimiento deportivo más importante a nivel mundial, y es un gran honor para nosotros, su pervivencia desde la antigüedad hasta hoy en día. Los primeros Juegos Olímpicos se celebraron el 776 a.C. y hoy, antes del inicio de cada edición de Juegos Olímpicos, aquí, en el mismo lugar, se enciende, en una ceremonia ritual, la Llama Sagrada, que se transporta a cada uno de los países que organiza los Juegos Olímpicos.
Cada cuatro años se promulgaba una tregua a nivel nacional, y todo el mundo griego y el entonces mundo conocido, acudía a Olimpia para participar y contemplar los Juegos Olímpicos. El premio del ganador era el “kótinos”, una corona de olivo silvestre.