ANTIGUA OLIMPIA
En el Peloponeso Occidental, en el llamado valle de los dioses, floreció Olympia, el santuario más glorioso de la Grecia Clásica y cuna del acontecimiento deportivo más importante, los Juegos Olímpicos. Es uno de los destinos más conocidos de Grecia y uno de los nombres mundialmente más conocidos.
Visiten la zona antigua de Olympia, sus dos museos, y la parte que ha llegado a nuestros días del Templo de Altis: el Gimnasio, la Palestra, el Parlamento, el Templo de Ira (Hera) y el Templo de Días (Zeus).
Visiten el antiguo estadio de los Juegos Olímpicos que conoció días de gloria y consiguió, a través de la competición, convertir heridas y discusiones, odios y pasiones, en una irrepetible confrontación de paz y amistad, teniendo como premio un ramo de olivo silvestre.
Los visitantes de la Antigua Olympia podrán pasear por las impresionantes antiguas estructuras que los griegos clásicos utilizaban como lugares de adoración, de deporte, de congresos, etc. Podrán también visitar el museo y ver de cerca sus antigüedades, siendo de las más destacadas, Hermes de Praxiteles, una de las más famosas estatuas, la Victoria de Peonio, una de las obras maestras de la escultura griega clásica, y la decoración escultural del Templo de Días (Zeus), uno de los conjuntos más hermosos que se conservan del arte griego clásico, que representaba la batalla de los Lapitas contra los míticos Centauros.
Alrededor de los siglos X-IX a.C., comenzó la configuración de Altis, la arboleda sagrada repleta de olivos silvestres, pinos, plátanos, álamos y robles, fue entonces cuando se consolidó la adoración a Días (Zeus), y Olympia paso a ser lugar de adoración y no de ocupación.
El 776 a.C. se organizaron en honor de Días (Zeus) los Juegos por parte de Ifitos, rey de Elis, Kleosthenes de Pisa y Licurgo de Esparta, promulgando una Tregua Sagrada. Los Juegos Olímpicos (Olympia) se celebraban cada 4 años y pronto conseguirían carácter panhelénico, nacional. En este acontecimiento de unión, se permitía participar solo a los griegos libres Griegos de las Puertas de Hércules, del Mar Caspio y de África, venían a competir y a ver los juegos. Entre ellos, filósofos, sabios, héroes, hombres afamados. Según el tratado de la Tregua, cualquier hostilidad entre las ciudades griegas debería detenerse durante los Juegos Olímpicos. Este acuerdo fue válido y respetado durante muchos siglos por las ciudades griegas. Es característica la estatua de Ifitos en el Templo de Días (Zeus), donde la “Enemistad” corona al héroe Ifitos. Los Juegos duraban cinco días e incluían: carreras a pie, carruajes, lanzamiento de disco, salto, jabalina, boxeo, lucha y pentatlón. El premio al ganador, era el “Kótinos”, una corona de olivo silvestre. Los ganadores de los Juegos se consideraban héroes y los poetas y músicos, cantaban alabanzas a su fuerza y belleza, y los artistas esculpían sus figuras.
En la Época Arcaica se construyeron el Templo de Ira (Hera), el Prytaneum, el Vouleftirion (Parlamento), los Tesoros y el primer Estadio. El desarrollo del Santuario siguió durante la Época Clásica, en la que se construyeron el majestuoso Templo de Días (Zeus) (470-456 a.C.), los baños, las galerías, tesoros y el Estadio fuera de la Sagrada Altis. Alrededor del año 430 a.C. el famoso escultor Fidias, creó la colosal escultura de Días (Zeus), de oro y marfil, uno de las siete maravillas del mundo, y se puso coloco como figura de adoración, en el Templo de Días (Zeus).
Durante el período Helénico, se construyeron el Gimnasio y la Palestra, y durante los años romanos, se añadieron las termas, lujosas casas y el acueducto. Las miles de estatuas y otras obras de valor que había en el Santuario de Altis se han ido perdiendo por los numerosos saqueos. Su actividad continuó durante los primeros años de la era cristiana, los años de Constantino el Grande. El 393 d.C., se celebraron los últimos Juegos Olímpicos, ya que el emperador de Bizancio, Teodosio I (A´), prohibió definitivamente su celebración.